San Valentín se paseó por la Villanueva más romántica, que celebró su segundo concurso de cartas de amor y piropos para niños y adultos
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"Por ti no hay barrera, muralla o frontera que no pueda cruzar, sólo para poder besar esos labios, que me hacen subir al cielo sin tener que morir"
Rafael García y Julián Mota, se proclamaron ganadores respectivamente del Concurso al Mejor Piropo y el II Concurso cartas de amor: una vida junto a ti, organizados en el Centro Social; ambos fueron obsequiados con una cena para dos en el restaurante sito en el propio edificio. Por su parte, los hermanos Rafael y Miriam Bárcena, de cuatro y nueve años, fueron los vencedores en las categorías para niños y jóvenes del Concurso de Cartas de Amor celebrado en la Zona Joven, con sendas misivas a sus padres, a los que agradecen sus mimos y cuidados. El premio para ellos consiste en un pack para hacer manualidades y otro para hacer fofuchas, muñecas de trapo muy en boga.
Cabe recordar que a lo largo del mes de febrero, aprovechando que el amor está en el aire, la concejalía de Deportes ha lanzado una oferta para todos los alumnos de sus clases de adultos: una invitación válida durante tres días para que puedan acudir con sus parejas a disfrutar del deporte en pareja.
Carta ganadora
Amada mía:
Me es insuficiente decirte te quiero en cada momento de nuestros días, por
eso he decidido bordar mis sentimientos en esta carta. Quizá me sepa a
poco y no logre el resultado esperado, por lo cual te ruego que no caigas
en el error de un amor poco profundo y vano.
Aún puedo recordar la primera vez cuando mis ojos pudieron verte, de ahí
nació todo, fue como plantar un rosal y ver crecer su rosa más bella.
Bonitos y tiernos recuerdos siento cuando veo el parque donde nos dimos
nuestro primer beso, ahora aquel banco donde hablábamos de amor que te
gustaba tanto, está ocupado por otros amores jóvenes y mágicos como lo
fuimos y somos nosotros.
Insaciable alegría me recorre todo el cuerpo en pensar en el día cuando te
regalé aquel collar dorado, le tomaste tanto cariño y le hiciste tu preferido
entre todas tus joyas. Pues en aquel San Valentín en el que cumplías veinte
años, significaba sellarlo con un amor verdadero, sincero y natural.
El día 29 de abril de una bonita primavera, no pude verte más bella, pues
mis ojos quedaron casi cegados por tu luz y color, eso provocó en mi vida
que hiciera crecer un enorme jardín. Por todo ello decidimos ir al altar a
decirles a los mismísimos Ángeles del Cielo ..... "Sí Quiero"
Toda tu vida es mi vida, cuando un mensajero nos dio el recado de uno de
los hechos más precioso y fascinante, ocurrido en la historia de un
verdadero amor. Fue el nacimiento de nuestra hija en el mes de enero, una
madrugada bastante fría, pues me dejó helado todo mi cuerpo y al rojo
vivo el corazón.
Con poquita cosa nos conformamos, de tantas como hay en el mundo, con
tenernos el uno al otro nos sobra, un solo minuto junto a ti, valdría por
todos los días de mi vida en una huérfana soledad.
Cuando me alejo de tu amor porque no estás en ese momento, abro la
puerta del armario y veo tus ropas colgadas desprendiendo aquel vivo
perfume recordándome a ti, haciendo posible abrazar a una nube de
recuerdos sumergidos en el fondo de mi océano.
No quisiera extenderme más y hacerte cansar con la lectura interminable
de mi carta, me faltaría muchísimo papel y debiera utilizar todo el
Firmamento para seguir escribiendo todas las palabras bellas y sinceras,
sacadas de los bolsillos de mi corazón, haciéndote de ellas mi más
preciado regalo en este día de San Valentín.
No existe adiós ni despedida alguna, pues pienso entregarte esta carta en
mano cuando llegue a casa ..... Aunque todo esto fuera un sueño para mí.
Posdata.
Te seguiré queriendo toda la eternidad desde mi jardín aquí en la Tierra,
estoy seguro de que me seguirás amando desde el Cielo, pues hace cinco
años te marchaste dejándome tu collar preferido que tanto me quema las
entrañas y consuela mi corazón, ahogado en un mar de recuerdos difíciles
de explicar . . ... . . Pero muy fáciles de sentir.
Adiós amor mío.
Siempre te querré.