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El Ayuntamiento sanea las cuentas recibidas y expone las facturas que encontró sin pagar, a las que ya ha hecho frente el equipo de Marta Valdenebro.

A punto de cumplir dos años al frente del Ayuntamiento, el equipo de Gobierno liderado por la alcaldesa Marta Valdenebro puede presumir de haber saneado por fin las cuentas recibidas. Y lo hace exponiendo públicamente, en un ejercicio de transparencia, todas las facturas anteriores al 15 de junio de 2011 que heredaron sin pagar y a las cuales han hecho frente desde entonces. Se trata de 838 facturas, algunas de las cuales han sido subrayadas para reflexionar sobre los dispendios llevados a cabo en el pasado.

Sudaderas deportivas por 6.000€, fuegos artificiales que año tras año ardían sin ser pagados y paellas de 7.000 euros, entre otras facturas pagadas en estos dos años que llaman la atención. La dejadez en algunos pagos del anterior equipo de gobierno contrasta significativamente con la celeridad en otros que, por el contrario, no debieron producirse nunca. Hablamos de cerca de un centenar de facturas desde el año 2008, cada una por importe de aproximadamente 1.800€, que pagaron en concepto de mantenimiento de la Depuradora de las Aguas Residuales a pesar de que todas ellas iban con reparo de Intervención. De hecho, el actual equipo de gobierno denuncia que el servicio de mantenimiento prestado por la empresa, a la que a pesar de los mencionados reparos nunca se dejó de pagar, ha sido enormemente deficiente, lo que ha propiciado que la instalación esté en unas condiciones deplorables y haya supuesto una ingente cantidad de problemas económicos y medioambientales y requiera una reforma prácticamente completa.
Además, el equipo de gobierno quiere informar de la existencia de otra remesa importante de facturas que, sin embargo, ni aparecen en esta relación, ni han sido abonadas, ya que no fueron reconocidas por Intervención. Se trata de las facturas correspondientes a una serie de viajes en autobús a La Manga, Benidorm y otros destinos similares cuyo montante asciende a más de 50.000 €.
Afortunadamente, una vez saneadas las cuentas tras más de una década de remanente negativo, comienza una nueva etapa para el Ayuntamiento en la que está previsto que vuelva la inversión, pero esta vez bien gestionada desde la prudencia y el sentido común.

 

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